Estrategias para afrontar situaciones difíciles en el aula

Aprenda a responder de manera eficaz a situaciones desafiantes en el aula preparándose con una variedad de respuestas para aprovechar

Estrategias para afrontar situaciones difíciles en el aula
  • Empezando
  • Planificación
  • Gestión de la conducta y el aula

Estrategias para afrontar situaciones difíciles en el aula

Para responder eficazmente a situaciones difíciles en el aula, prepárese con una serie de respuestas a las que recurrir. Este recurso ofrece posibles respuestas a situaciones como cuando los alumnos hablan demasiado o no prestan atención, el acoso, el comportamiento físico agresivo, la falta de participación y el uso del teléfono durante la clase.

Intentar

Si tienes problemas con un grupo de alumnos que no paran de hablar, haz un ejercicio de autorreflexión. ¿Hay algún punto de la clase en el que las instrucciones podrían ser más claras o las transiciones más precisas?

Intentar

Tenga a mano una actividad en la que los alumnos puedan participar individualmente (como la escritura libre o el dibujo), en caso de que necesite apartar a un alumno para abordar un comportamiento concreto o el acoso. Esto ayudará a mantener la atención fuera de ese estudiante y le dará tiempo para abordar la situación. Si se asegura de que la actividad está relacionada con el contenido de la lección, el alumno podrá reincorporarse al grupo sin problemas, lo que también puede ayudar a mitigar nuevas interrupciones.

Recuerda

Un entorno de aprendizaje creativo es diferente de una clase académica normal. Es posible que usted y los demás profesionales del aula tengan que ajustar las expectativas de comportamiento a la hora de definir los límites y las consecuencias.

Consejo de enseñanza y aprendizaje a distancia:

La transición a Internet puede cambiar la dinámica de interacción y comunicación. Si está planificando una residencia o un taller a distancia, o si su aula ha pasado a estar en línea, consulte nuestro recurso GIVE para... Aprendizaje remoto: adaptaciones para la gestión del comportamiento y el aula.

Cómo superar los problemas de conducta más comunes:

A continuación, le ofrecemos sugerencias para que las tenga a mano a la hora de enfrentarse a estos problemas de comportamiento habituales en el aula. Cada reto tiene tres sugerencias, en orden de "leve" a "candente".

  • Suave: Es necesaria una pequeña intervención.
  • Medio: Los alumnos necesitan más apoyo para volver al buen camino.
  • Caliente: Es necesario un cambio significativo para mantener un entorno saludable en las aulas.

Tenga en cuenta que lo que funciona para una clase y un alumno puede no funcionar para otro. Se trata de sugerencias; su respuesta debe basarse en su conocimiento de los alumnos y de la comunidad del aula.

Si sus alumnos no paran de hablar

  • Utiliza una señal verbal o no verbal para que los alumnos vuelvan al buen camino.
  • Aumente su proximidad. Colóquese cerca de los alumnos.
  • Mantén el contacto visual con los alumnos.
  • En lugar de hablar por encima del parloteo de la clase, hable en voz muy baja. Esto hará que los alumnos se inclinen y escuchen.
  • Haga una declaración general de que necesita la atención de todos.
  • Después de la clase, reflexione para ver si hubo algún momento de inactividad o espacio para que los alumnos se aburrieran.

  • Separa a los alumnos en distintas partes de la sala (ya sea en otra mesa, en otra parte del círculo, etc.).
  • Nombra a los alumnos y el comportamiento que estás observando. Recuérdeles los acuerdos de aula.

  • Si un alumno interrumpe la actividad de toda la clase y no responde a la reorientación, puede que tenga que pedirle que salga de la actividad y se dirija a un lugar designado de la sala. Asegúrese de invitarles a volver cuando sea oportuno. 
  • Haga una pausa en la clase y mantenga una conversación con el alumno en un lugar privado del aula. Pide al resto de los alumnos que realicen una actividad, como escribir libremente o ensayar. Pregunta al alumno cómo se siente y valida sus sentimientos. Ofréceles opciones para continuar con la clase.
  • Pregunte a un co-enseñante o a un profesional del aula cómo pueden ayudar o si tienen alguna estrategia que funcione bien con el alumno en cuestión. Trabajar en equipo para apoyarse mutuamente y apoyar al alumno.

Si detecta acoso en el aula

  • Recuerda a la clase los acuerdos del aula en el momento.
  • Separe a los alumnos inmediatamente.
  • Haz agrupaciones y emparejamientos conscientes basándote en lo que sabes de los alumnos.
  • Sea coherente en sus mensajes sobre amabilidad y empatía.
  • Prolongue una pausa silenciosa.
  • Aumente su proximidad al alumno que se comporta de forma agresiva.

  • Repasa los acuerdos de clase al principio de cada clase. Discute lo que ocurre cuando el grupo no sigue estos acuerdos, prestando especial atención a los acuerdos que tratan de la amabilidad y el respeto.
  • Habla con los profesionales del aula después de clase si observas algo que parezca acoso escolar. Infórmate sobre la política del centro en materia de acoso escolar. Discute las posibles consecuencias con los profesionales del aula si el comportamiento persiste.
  • Aparta discretamente al alumno o grupo de alumnos acosados y pregúntales qué está pasando.
  • Asigna a un co-profesor el papel de vigilar el acoso durante tus clases.

  • Alerte al personal del centro escolar (un profesor de clase, un orientador o un subdirector). Si procede, avise a su organización.
  • Programe tiempo con los profesionales del aula para aprender más sobre los planes de modificación del comportamiento que ya pueden estar en marcha. Aprenda cómo puede apoyar este plan en sus propias clases.
  • Colaborar con los profesores para imponer consecuencias en caso de comportamiento agresivo o inseguro persistente.
  • Asigne una tarea de reflexión al alumno cuyo comportamiento hace que los demás se sientan inseguros.

Consejo: Evitar llamar la atención sobre el acoso delante de toda la clase, para evitar que el alumno acosado sufra un trauma adicional.

Si un alumno se vuelve agresivo o violento con usted u otro alumno

  • Mantenga la calma y proceda a Medio. El comportamiento físico agresivo siempre requiere una respuesta inmediata y decidida.
  • Después de que pase el momento,
    • reoriente la atención de todos hacia una actividad concreta que usted facilite;
    • establecer un rincón de "enfriamiento" al que un alumno pueda acudir voluntariamente si surge o se agrava una situación;
    • preguntar al alumno qué ha pasado y elaborar un plan para el futuro.

  • Dígale al alumno o alumnos que dejen de comportarse y cree un espacio. Algo claro como "Mantén el espacio" o "Necesito espacio personal" es útil.
  • Pregunta a los alumnos si desean retirarse un momento para tranquilizarse.
  • Haz un ejercicio de respiración en grupo si la comunidad de la clase necesita un momento para restablecerse.
  • Documente y comparta los comportamientos con los Profesionales del Aula y haga un seguimiento con su organización.

  • No es su función ni su responsabilidad sujetar físicamente a un alumno cuyo comportamiento sea agresivo, ni disolver una pelea. Si observa que el comportamiento de un alumno se vuelve agresivo o violento, avise inmediatamente a los profesionales de la clase o a un administrador escolar. Tenga en cuenta que pueden verse obligados a intervenir los agentes de seguridad de la escuela. Ayude a los Profesionales del Aula a trasladar a otros alumnos a un espacio seguro en el aula o en el pasillo.

Consejo: Prepárese. Dedique unos minutos de su reunión inicial de planificación a preguntar a los profesionales del aula si hay algún problema de comportamiento importante que deba tener en cuenta con determinados alumnos. Discuta formas de apoyar a estos alumnos evitando posibles desencadenantes (situaciones, lenguaje o determinados compañeros de clase que puedan exacerbar los sentimientos de ansiedad, frustración, vergüenza, etc.). Pregunte a los profesionales del aula si disponen ya de estrategias de desescalada para que los alumnos se sientan apoyados en la autorregulación.

Si un alumno no quiere participar

  • Ayuda al alumno a encontrar una forma auténtica de participar en la clase: "¿Puedes dibujar esto? ¿Escribirlo? ¿Convertir esto en una forma corporal o en un movimiento?", etc.
  • Asigna al alumno una responsabilidad que le ayude a sentirse valorado e importante. Los posibles papeles podrían incluir la entrega de material, la preparación de la acción, la documentación, etc. Los alumnos también pueden desempeñar diversas funciones en la planificación, preparación y ejecución del acto culminante, si procede.
  • Céntrese en establecer una relación con el alumno. Averigüe qué le gusta hacer. Si un alumno ve que te interesas por él, es posible que decida interesarse por lo que haces tú.

  • Habla con el alumno y pregúntale por qué no quiere participar en la actividad. Esto debe hacerse aparte y no delante de toda la clase.
  • Si un alumno está triste, hambriento, cansado o necesita participar de una manera que puede parecer diferente, usted (con la ayuda de los profesionales del aula) puede simplemente aceptar y trabajar con esas necesidades y elecciones.
  • Pregunte a los profesionales del aula qué estrategias les resultan útiles a la hora de implicar a este alumno.
  • Utilice el refuerzo positivo.
  • Disponga de una "zona de reanudación" para que el alumno se prepare o se reagrupe.

  • Una intervención a este nivel sólo puede ser necesaria si la negativa de un alumno a participar está impidiendo la participación plena y auténtica de otros alumnos. Si éste es el caso, programe una reunión con los profesionales del aula para elaborar una estrategia sobre la mejor manera de tratar al alumno en cuestión. En el peor de los casos, puede que el alumno tenga que cambiar de aula o de actividad durante el periodo de residencia. Pero la puerta debe estar siempre abierta para que el alumno vuelva a participar de forma significativa.
  • Instaurar una intervención planificada de antemano que se haya debatido durante la reunión inicial de planificación, o en reuniones posteriores. Los profesionales del aula pueden tener que intervenir en este momento.

Si un alumno empieza a utilizar el móvil en clase

  • Cuando se dé cuenta por primera vez, anuncie un recordatorio general para que se guarden los teléfonos móviles. Pida amablemente al alumno que guarde el teléfono.
  • La mayoría de las escuelas tienen una política de no utilizar teléfonos móviles. Pida a los profesionales del aula que repitan la norma en voz alta. Haga hincapié en que también se aplica en su aula.

  • Advertir al alumno de que deberá entregar su teléfono móvil a los profesionales del aula.
  • Si es necesario recoger algún tipo de teléfono móvil al principio de la sesión, considere la posibilidad de incluirlo en los rituales de apertura y cierre para que resulte más positivo y útil.

  • Dependiendo del tipo de residencia, disponga de una papelera para teléfonos móviles. Los alumnos deberán depositar sus teléfonos en la papelera al inicio de la clase.
  • Planifique de antemano con uno de los profesionales del aula que le confiscarán un teléfono móvil si es necesario.

Consejo: No intente arrebatar el teléfono móvil a un alumno. Respete la capacidad de elección del alumno e involucre a los profesionales del aula cuando sea necesario. Recuerde que usted es un visitante en el espacio.

Si sus alumnos no prestan atención

  • Refuerzo positivo.
  • Elimine las distracciones: Espere a repartir los materiales o a que los alumnos se reúnan en grupos hasta que haya terminado de explicar las instrucciones. Si la actividad consta de varios pasos y requiere varios materiales, planifica de antemano la explicación de las instrucciones y la distribución de los materiales por partes (en lugar de hacerlo todo a la vez al principio).
  • Anuncia un aviso general para que presten atención.
  • Haz una pausa silenciosa mientras permaneces en posición de firmes.

  • Pide al alumno que repita las instrucciones de la actividad. Una indicación para ello puede ser "¡Mic check!".
  • Deje de hablar y espere a tener la atención de los alumnos.

  • Tómate un descanso. Aunque tengas poco tiempo, vale la pena dedicar dos minutos a una de estas actividades para que todo el mundo vuelva a la normalidad.

Consejo: Echa un vistazo a una variedad de descansos cerebrales virtuales.

Si sus alumnos tienen problemas para llevarse bien en el trabajo en pequeños grupos

  • Haz una pausa para nombrar lo que estás viendo y recuerda a los alumnos los acuerdos comunitarios.
  • Destaque las observaciones positivas.

  • Observa que el grupo lo está pasando mal y pregúntales: "¿Qué crees que hace falta para que esto funcione?". Ayúdales a poner en práctica las soluciones que nombren.
  • Intervenir y guiar al grupo, proporcionando un modelo de cómo interactuar.

  • Solicite el apoyo de los profesionales del aula para reorganizar los grupos.

Si percibe autolesiones u otras situaciones de alto riesgo que requieran atención inmediata

  • Remitir al profesional del aula más implicado en el aprendizaje del alumno, a menos que esté ausente o no responda. Se encargarán de todas las demás derivaciones dentro del edificio, incluido el consejero, la familia y/o la administración.
  • Cuando comparta la situación con el profesional del aula adecuado, incluya detalles observables y basados en hechos del incidente en secuencia y cualquier intervención que haya intentado y que haya sido eficaz o ineficaz.
  • Determine la magnitud de su preocupación e informe de la situación al final del mismo día. Sin embargo, todo lo relacionado con la seguridad física, emocional o en línea, y todo lo que se comunique a las familias, debe comunicarse inmediatamente después del periodo lectivo.
  • Habla primero verbalmente con el Profesor, y luego sigue el protocolo de tu organización: Informe a su supervisor, y/o envíe un correo electrónico con todos los detalles hasta la fecha y confirme que ha informado de la situación.
  • Comunique su preocupación a los profesionales del aula o a los administradores de la escuela, independientemente de su perspectiva, experiencia o de si está de acuerdo con la respuesta de la escuela. Aunque las escuelas no siempre mejoran una situación de la mejor manera, existen muchos canales obligatorios de formación, protocolo, contexto y cumplimiento para el bienestar de los alumnos.

Recursos externos