• Si un alumno tiene una reacción emocional fuerte o se comporta de forma inesperada, pregúntale cómo se siente y reconoce que sus emociones son válidas diciéndole: "Veo que te sientes ________. Siento que te sientas así". Siento que te sientas así".
• Pregúntele al alumno qué puede hacer para ayudar.
  • Es posible que desee darles opciones, como tomar un descanso, desempeñar un papel específico en una tarea, respirar profundamente o trasladarse con atención a otra parte de la habitación. Estas elecciones no deben sentirse forzadas o punitivas.
• Incorpora la alfabetización emocional en tu plan de estudios de artes.
  • Haga que los estudiantes muestren y nombren diferentes emociones usando gestos o expresiones faciales.
  • Crear trabajos artísticos basados en sentimientos o emociones que los estudiantes hayan experimentado.
  • Incluye una forma de compartir "¿Cómo te sientes?" en tu calentamiento o rutina diaria.
• No grite ni reaccione con ira. Desafíese a bajar la voz, mantener la calma y respirar profundamente.

• Incorpora la alfabetización emocional en tu plan de estudios de artes.
  • Haga que los estudiantes muestren y nombren diferentes emociones usando gestos o expresiones faciales.
  • Crear trabajos artísticos basados en sentimientos o emociones que los estudiantes hayan experimentado.
  • Incluye una forma de compartir "¿Cómo te sientes?" en tu calentamiento o rutina diaria.
  • Conocemos la propiocepción o cinestesia: el sentido de la posición del cuerpo en el espacio. La interocepción va en sentido contrario. Se trata de ser conscientes de lo que ocurre en nuestro interior: nuestros órganos, nuestro cuerpo y nuestras emociones. Como seres humanos, sentimos nuestras emociones en el cuerpo (los puños cerrados y la mandíbula tensa de la ira; los hombros caídos y el pecho hundido de la vergüenza; la respiración acelerada y los ojos ardientes de la miseria al borde de las lágrimas...). Invita a tus alumnos a descubrir dónde se manifiestan las emociones en su cuerpo y ayúdales a identificar cómo se sienten, física y emocionalmente. Puedes convertir esto en un juego basado en la curiosidad vinculado a casi cualquier forma de arte. Por ejemplo: "Escribir: Si tu personaje está aterrorizado, ¿cómo siente su cuerpo? Es una forma estupenda de mostrar a los lectores lo que ocurre en el interior de tu personaje, en lugar de contarles lo que está pasando." "Baila: ¿Cómo se mueve alguien que se siente encantado? ¿tímido? ¿Exhausto? Saber dónde se sienten las emociones es un estupendo SEL (Social Emotional Learning)". Desarrollar la interocepción es especialmente útil para los alumnos con problemas de procesamiento sensorial, que pueden tener problemas para conectar con su cuerpo o para interpretar y clasificar la información sensorial, incluso cuando procede de su interior. 

• Si está teniendo un mal día o ha tenido un viaje estresante en el metro, avísele a los estudiantes (apropiadamente).
  • Los estudiantes que experimentan un trauma a menudo pueden asumir que cualquier energía negativa o estresante se dirige hacia ellos.
  • También es beneficioso para los estudiantes verte como un modelo de formas saludables de lidiar con el estrés.
• Encuentra formas de compartir tu arte, tus intereses, lo que te gusta y lo que no te gusta con tus alumnos. Compartir tu auténtico yo conduce a una relación auténtica y a la confianza.
• Ser auténtico, honesto, mantener los límites y sentirse cómodo con uno mismo. Tener profesores que se sienten cómodos con su propio género, capacidades y discapacidades, raza, origen, etc., da a los niños espacio y permiso implícito para sentirse bien con quienes son.  
• No desarrolle una identidad de "artista docente" para cuando entre en las aulas. Resiste la tentación de ponerte una máscara para niños. Confía en ti mismo y sé tú mismo: genuino, presente y real. Al igual que el arte que invitas a tus alumnos a crear, tu verdadera presencia es uno de los mayores regalos que puedes ofrecer.
  • No cambie su voz natural ni altere su lenguaje para que sea más sencillo de lo que los niños necesitan.
  • Dirígete a los niños de forma sencilla y directa, utilizando una terminología y un lenguaje que puedan entender -o que tú puedas enseñarles a entender-. 
  • No tienes por qué mostrarte dulce, tímido, tranquilo o duro si no es tu forma natural de ser. Intentar encajar puede resultar artificial. Sé tú misma, cariñosa y creativa, y sabe lo que quieres que tus hijos sepan de sí mismos: Eres suficiente. 
  • Desde todos los puntos de vista, un adulto que utilice la jerga de los alumnos puede resultar incómodo, artificial o irrespetuoso. Esto es especialmente cierto cuando el adulto es forastero, visita la comunidad de los estudiantes o vive fuera de su cultura. Deja que tu arte, tu integridad, tu comodidad con tu cultura y tus buenas intenciones construyan puentes, y evita adoptar un lenguaje que no es el tuyo. (Dicho esto, si estás con tus alumnos durante un año y algo de su terminología se cuela en tu vocabulario, no luches por resistirte y no te ofendas si se ríen o sonríen). 
  • No utilices jerga o referencias de la cultura popular que no sean tuyas. En lugar de eso, modela tu apertura al aprendizaje. Dejar que los alumnos te enseñen lo que les inspira abrirá conversaciones, infundirá confianza y construirá una comunidad más igualitaria. 

• Haz saber a los alumnos cómo te va, desde dónde trabajas, cómo haces espacio en tu casa para la clase, incluye a tu mascota o a los miembros de tu familia, o avisa a los alumnos de que pueden oír ruido de fondo. (Muchas de las cosas con las que ellos están lidiando, ¡tú también!)
• Comparte tu arte: Especialmente si enseñas a distancia, considera la posibilidad de compartir tu propio arte y maestría enlazando a tu sitio web/blog/publicación diaria de Instagram, etc. Recuerda que solo debes compartir contenido apropiado para tus alumnos y su nivel escolar.

• Concéntrate en la respiración: Cuando estamos estresados o ansiosos, solemos respirar superficialmente hacia el pecho. Si respiramos profundamente en el vientre, podemos utilizar la respiración para calmar el cuerpo y la mente. Dicho esto, la respiración no es un espacio seguro para todo el mundo. Para personas como supervivientes de abusos sexuales, estudiantes con enfermedades crónicas o recurrentes y personas con algo tan simple como una gripe o alergias, respirar puede no ser una opción saludable. Ofrece siempre alternativas como el sonido o sentir el peso del cuerpo sobre la silla. Presentarlas como iguales a la respiración evita que sean una señal de capacidad o discapacidad: "Si eso no está disponible para ti....". Una redacción como "Respira, sé consciente de los sonidos que te llegan a los oídos o siente el contacto de tu cuerpo con la silla" sitúa todo en un plano de igualdad. Invitar a los alumnos a explorar lo que su cuerpo necesita en un momento dado les da permiso para sentir curiosidad por sus experiencias y control sobre su cuerpo y sus decisiones. Para los alumnos traumatizados, ese tipo de poder puede ser escaso. 
• Pide a los alumnos que inventen sus propias formas de dirigir los ejercicios de respiración, relajación o concentración. Tal vez inspiren como flores que brotan y espiren como flores que se cierran en capullos, o se relajen moviendo los dedos de arriba abajo como una lluvia suave. Utiliza su imaginación para involucrarles, darles oportunidades de liderazgo e implicarles creativamente en el desarrollo de habilidades de atención plena. 
• Multisensorial: Las experiencias sensoriales táctiles, sonoras, olfativas o visuales pueden ayudar a los alumnos a concentrarse y relajarse. Pueden ser experiencias sensoriales reales o imaginarias.
• Incluir el movimiento: Los seres humanos nacemos para movernos: incorporar el movimiento puede ayudar a los alumnos a estar más presentes y concentrados. A veces podemos expresar físicamente cosas para las que aún no tenemos palabras.
• Conectar para redirigir: simplemente nombrando una emoción, un niño en espiral puede empezar a calmarse. 
• Obtenga más información sobre la atención plena en este recurso de GIVE: Uso de Mindfulness para apoyar la gestión del aula. 

Los alumnos -y sus cuidadores- pueden sentirse abrumados o estresados por el aprendizaje a distancia, por lo que es importante dedicar algún tiempo a incorporar momentos de respiración y atención plena como parte de la clase a distancia.

Considera la posibilidad de empezar cada clase con movimientos/estiramientos y controles o rituales de salud mental.

Check-ins de ejemplo:

• Utilizando los pulgares, muestra cómo te sientes hoy: "Pulgares arriba, abajo, en medio, dos pulgares arriba, etc.".
• Use una encuesta para verificar con los estudiantes.
• Haga que los estudiantes escriban en el chat: palabras, emojis, colores para describir cómo se sienten.
• Haz que los alumnos compartan un sonido y un movimiento que exprese cómo se sienten. También puedes darles una opción: sonido, movimiento o ambos. Dar a los niños la posibilidad de elegir significa darles poder en forma de control sobre su mente y su cuerpo. Para profundizar en el ejercicio, haz que el resto del grupo refleje el sonido y/o el movimiento. Reflejar ayuda a los niños a reconocer los sentimientos de los demás, lo que les ayuda a desarrollar la empatía, la compasión y la comprensión. Puede hacerse en línea o en persona. 
• Comprobación con cinco dedos: cinco significa "el mejor día de mi vida", uno "un día horrible", tres "algo intermedio", dos "malo, pero podría ser peor" y cuatro "bueno, pero podría ser mejor". Haz que todos miren a su alrededor para ver cómo les va a los demás. Puedes incorporar la creación de comunidad sugiriendo que la gente que está en cuatro o cinco puede ayudar a los que están en uno o dos a tener un día más fácil, y dando las gracias a los alumnos con números más bajos por hacerte saber que hoy necesitan tomárselo con más calma. Si los cuidadores pueden participar, mejor. Eso te da espacio para enseñar a los alumnos que también pueden cuidar de los adultos. Si un alumno sigue mostrando un dedo, puede ser una señal de que algo no va bien en su mundo interior o exterior. 
• La técnica de conexión a tierra 5-4-3-2-1 puede ayudar a frenar la espiral y el nerviosismo al traer a los alumnos al aquí y ahora. Son cinco cosas que puedes ver, cuatro que puedes sentir, tres que puedes oír, dos que puedes oler y una que puedes saborear. 
• Crea momentos para que alumnos y cuidadores experimenten juntos la atención plena. Puedes crear meditaciones guiadas de atención plena que tanto padres como hijos puedan escuchar en directo o pregrabadas.